Cuando comencé este trabajo no contaba con ningún conocimiento previo sobre la materia. Conforme fui encontrando documentación me sentía cada vez más perdida. Hallé una enorme cantidad de información que no sabía como estructurar. Durante la búsqueda me ví inmersa en un mar de sensaciones provocadas por aquello que encontraba: desorientación, curiosidad, inseguridad, sorpresa, miedo...

Sin embargo, gracias a estas emociones logré empezar a entender qué era el Net.art y qué implicaba.

Decidí hacer un resumen con los principales contenidos que había obtenido de la propia red. Pero pensé que lo mejor era hacerlo de una forma visual, evocando a la estética de este fenómeno artístico y utilizando algunos de los recursos que ofrece la red, y que son utilizados por los propios netartistas: hipertexto, enlaces, sonido, imágenes y movimiento.

Así pues, la construcción de este blog forma parte, en sí misma, de mi conclusión personal sobre la definición del net.art; creado desde la red, para la red, hablando sobre la red y explotando los recursos de creación que el medio nos ofrece.


El net.art es un arte totalmente paradógico, ya que nace como fruto de la crítica al propio medio que permite su existencia. Un arte que, por tanto, no nació como autónomo sino como dependiente de su autorreferencialidad. Es crítico, antitradicional y revolucionario.


Es sorprendente observar, cómo poco a poco va envolviendo, dentro de sí, prácticamente todas las disciplinas artísticas: literatura, poesia, pintura, escultura, fotografía, cine, música...

Cada netartista explora las posibilidades de la red, aportando algo nuevo en cada una de sus obras. En este arte es asombroso descubrir cómo cada artista se convierte en un inventor de nuevas formas de comunicación e interacción, en un constructor de nuevas experiencias.


La investigación artística se efectúa de forma tan acelerada en el net.art que cada obra nos abre nuevas posibilidades de utilización del medio. Los netartistas se convierten, pues, en verdaderos descubridores, que van abriendo puertas a las posibilidades de la red.
En este sentido sería interesante estudiar la ósmosis arte web-publicidad web, y observar en qué medida las webs comerciales se han ido aprovechando de los hallazgos ya explorados por los netartistas, o incluso en qué medida los netartistas se han visto envueltos en la creación de distintas webs publicitarias. En obras como Absolut.net de Salvaggio se observa claramente la migración de elementos publicitarios al campo del arte de la red.

"En la red las diferencias entre "arte" y "no arte" se disuelven como nunca lo habían hecho antes del siglo XX" (Alexei Shulgin, 1995). Partiendo de esta idea, Shulgin creó The WWWArtAwards (1995-97), premios que entrega a páginas web que, según él, aunque no hubieran sido creadas como obras de arte definen el propio sentimiento de arte en internet.

¿Podemos considerar, pues, que con el nacimiento de internet la noción de obra de arte se ha modificado de nuevo?

Adorno consideraba que las nuevas técnicas de reproducción daban lugar a un arte de masas que era degeneración del arte por que convertía el arte en mercancía y al espectador en consumidor. Benjamin hablaba de la atrofia del aura de la obra de arte mediante la reproducción técnica (del aquí y ahora del original).

Sin embargo, con internet ¿podríamos hablar de la existencia de un nuevo aura, de lo que se podría llamarse un aura virtual?.

Nos encontramos ante un arte que no es susceptible de reproducción, se puede afirmar que en la obra de net.art existe una presencia irrepetible, tan irrepetible que es efímera, temporal. El ahora es, por lo tanto, mucho más ahora que el ahora en otro tipo de manifestaciones artísticas como en la pintura o escultura. Podríamos decir que es "justo ahora", ya que la obra será otra en el después o incluso dejará de existir.

Sin embargo, desaparecería el concepto de tradición, ya que no existiría un pasado, sólo un presente y tal vez un futuro.

Por otra parte, podríamos hablar de la existencia de un aquí que es un aqui virtual, por que la obra está en algún lugar, desconocido para el observador e incluso para el artista. Un aquí que es un allí, y que es transformado en aquí únicamente por el observador. Un aquí, personalizado por cada individuo, que convierte la obra en una experiencia todavía más irrepetible.

Con el nacimiento de internet, se ha producido un cambio sustancial en la forma de entender la realidad. El carácter utópico del arte (lo que no existe puede ser) del que hablaba Adorno, es ahora el carácter virtual del arte (lo que no existe es de forma virtual).

Como hemos podido comprobar la creatividad de los netartistas no tiene límites, al igual que internet. ¿O sí? THE END OF THE NET

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